sábado, 31 de enero de 2015

Reflexiones sobre el condicionamiento operante en terapia. Las Leyes de la Conducta



Reflexiones sobre la aplicación del condicionamiento Skinneriano en la terapia.
Para Skinner, la interpretación de la conducta anormal deriva directamente de su énfasis en las contingencias del refuerzo ambiental, las cuales modelan y sostienen a las pautas de respuesta. Las conductas patológicas se rigen por los mismos principios del aprendizaje válidos para las demás conductas. Las personas son neuróticas o psicóticas debido a una historia de malos condicionamientos. Esta historia puede implicar la ausencia de respuestas que de ordinario forman parte del repertorio comportamental de las personas, o bien la presencia de respuestas consideradas por la sociedad como “malas”, “enfermas” o “neuróticas”. (Pervin, L. 1979 p. 399).

Como un aporte adicional les dejo…

Las Leyes de la Conducta.
Como uno de los grandes aportes que dejaron las investigaciones de Skinner a la psicología, tenemos las Leyes de la Conducta, un paso importante dentro de esta rama del saber y las cuales se aplican de manera universal.
Leyes Estáticas:
1.   La ley del umbral: la intensidad del estímulo debe alcanzar o sobrepasar un cierto valor crítico (umbral) en orden a producir una respuesta.
2.   La ley de la latencia: un intervalo de tiempo (latencia) separa el comienzo del estímulo del comienzo de la respuesta.
3.   La Ley de la magnitud de la respuesta: la magnitud de la respuesta es una función de la intensidad del estímulo.
4.   La ley de la post-descarga. La respuesta puede persistir durante algún tiempo después del cese del estímulo.
5.   La ley de la suma temporal: la prolongación de un estímulo o su presentación repetida dentro de ciertos límites posee el mismo efecto que un aumento de la intensidad.
Leyes dinámicas:
6.   La ley de la fase refractaria: inmediatamente después de la respuesta la fuerza de algunos reflejos desciende hasta un valor más bajo, posiblemente cero. Se restablece el estado primitivo tras la subsiguiente inactividad.
7.   La ley de la fatiga del reflejo: la fuerza de un reflejo disminuye durante su provocación repetida y recobra su valor primitivo tras la subsiguiente inactividad,
8.   La ley de la facilitación: la fuerza de un reflejo puede ser aumentada mediante la presentación de un segundo estímulo que no provocaría la respuesta por sí mismo.
9.   La ley de la inhibición: la fuerza de un reflejo puede ser disminuida por la presentación de un segundo estímulo que carezca de toda relación con el efecto en cuestión.
10.   La ley del condicionamiento de tipo S: la aplicación aproximadamente simultánea de dos estímulos, uno de los cuales, el estímulo reforzante, pertenece a un reflejo que existe con alguna fuerza en el momento en cuestión, puede producir un incremento en la fuerza de un tercer reflejo compuesto por la respuesta del reflejo reforzante y el otro estímulo.
11.   La ley de extinción de tipo S: se provoca el reflejo fortalecido mediante el condicionamiento de tipo S sin aplicar el estímulo reforzante, entonces disminuye su fuerza.
12.    La ley del condicionamiento de tipo R: si la ocurrencia de una operante va seguida por la aplicación de un estímulo reforzante, resulta incrementada la fuerza.
13.    La ley de la extinción de tipo R: si la ocurrencia de una operante ya fortalecida mediante condicionamiento no va seguida por el estímulo reforzante, resulta disminuida la fuerza.
Las Leyes de la Interacción:
14.   La ley de la compatibilidad: dos o más respuestas que no se superpongan topográficamente pueden producirse simultáneamente sin interferencias.
15.   La ley de la prepotencia: cuando dos reflejos se superponen topográficamente y las respuestas son incompatibles, una respuesta puede conducir a la exclusión de la otra.
16.   La ley de la suma algebraica: la provocación simultánea de dos respuestas que utilizan los mismos efectores pero en direcciones opuestas da lugar a una respuesta cuya magnitud es una resultante algebraica.
17.   La ley de la combinación: dos respuestas que muestren una superposición topográfica pueden ser provocadas conjuntamente pero de formas necesariamente modificadas.
18.   La ley de la suma espacial: cuando dos reflejos poseen la misma forma de respuesta, la respuesta de ambos estímulos combinados tiene una magnitud mayor y una latencia menor.
19.   La ley del encadenamiento: la respuesta de un reflejo puede constituir o producir la provocación o el estímulo discriminativo de otro.
20.   La ley de la inducción: un cambio dinámico en la fuerza de un reflejo puede ir acompañado por un cambio similar pero no tan extenso de un reflejo condicionado con el primero, siendo debida esta relación a la posesión de propiedades comunes de estímulo o de respuesta.
21.   La ley de la extinción de los reflejos encadenados: en una cadena de reflejos no reforzada últimamente sólo experimentan la extinción los miembros provocados de hecho.
22.   La ley de la discriminación del estímulo en el tipo S: un reflejo fortalecido por inducción a partir del refuerzo de un reflejo poseedor de un estímulo similar pero no idéntico puede extinguirse independientemente si la diferencia de los estímulos resulta al organismo superior al umbral.
23.   La ley de la discriminación del estímulo en el tipo R: la fuerza adquirida por una operante a través del refuerzo no es independiente de los estímulos que afectan al organismo en el momento en cuestión, y dos operantes que posean la misma forma de respuesta pueden alcanzar fuerzas muy diferentes mediante un refuerzo diferencial de tales estímulos.
24.    La ley de la reserva operante: el refuerzo de una operante crea una reserva sencilla, cuyo volumen es independiente del campo estimulante pero resulta diferencialmente accesible desde diferentes campos.


Para concluir un bello video sobre un poema y la modificación de conductas



Fuentes consultadas:

Pervin, L. (1979): Personalidad. Teoría, diagnóstico e investigación. Bibiloteca de Psicología. Desclée de Brouwer. Bilbao España. Pág.399
Wolman, B. (1978): Teorías y Sistemas contemporáneos en Psicología. Ediciones Martínez Roca, S.A. Barcelona España. Pp. 156-157

Ejemplos y aplicación: un caso real

Aplicación del Condicionamiento Operante en la Modificación de conductas

 

Como se ha explicado anteriormente dentro del condicionamiento operante existen paradigmas para mantener, incrementar o reducir comportamientos.
Dentro de las que ayudan a mantener o incrementar están los programas de reforzamiento (positivo o negativo). Luego las que están dirigidas a desarrollar o formar conductas inexistentes (moldeamiento conductual, aproximaciones sucesivas). y por último las que están dirigidas a la reducción del comportamientos: castigo, costo de respuesta, tiempo fuera, saciedad, reforzamiento de conductas incompatibles y extinción.
A continuación daremos un recorrido breve por algunas de estas técnicas aplicadas en el ámbito educativo, y al final se ejemplificará un caso real, que apliqué en el Preescolar donde laboro.


Estrategias para la Modificación de conductas del niño en el Aula

A continuación se les presenta un material de orientación para mejorar las estrategias de modificación de conducta dentro del aula. Se mencionan los principales conceptos con un lenguaje sencillo que permiten identificar mejor los elementos que intervienen en cada situación. Siempre contarán con la asesoría del especialista para obtener óptimos resultados.

Modificación de Conducta: Según Martin y Pear (2007, p.7) “La modificación de conducta implica la aplicación sistemática de los principios y las técnicas de aprendizaje para evaluar y mejorar los comportamientos encubiertos y manifiestos de las personas y facilitar así un funcionamiento favorable”.

Fases de un programa de modificación conductual

   1. Identificar la conducta: lo primero que hay que hacer es identificar la conducta problema. En el caso del preescolar, la maestra detecta la problemática, lo manifiesta al especialista, y éste inicia un período de observación del niño, y de ser necesario, convoca a una reunión con los padres del menor, para levantar alguna ficha del desarrollo evolutivo del niño y conocer aspectos relevantes del caso.
   2. Evaluación previa al tratamiento: se realiza una evaluación conductual para saber la dimensión del problema antes de la introducción del programa de modificación de conducta. Supone la recogida y análisis de datos e información con el fin de identificar y describir los objetivos comportamentales, especificar las causas probables del comportamiento, elegir las estrategias de intervención más adecuadas para modificarlo y evaluar los resultados del tratamiento.
   3. Fase de tratamiento: una vez evaluada la conducta problemática los especialistas idearán un programa para lograr la mejora de esa conducta. Los programas de modificación de conducta implican la observación y el registro continuo del comportamiento a lo largo del tratamiento.
   4. Fase de seguimiento: en esta última fase se observa atentamente si se mantienen los avances conseguidos en el tratamiento una vez concluido éste.

Características de la conducta a registrar
         Se debe observar la conducta considerando: su frecuencia, duración, intensidad, ambientes donde se presenta, entre otras características.
   
Estrategias para registrar la conducta
Para registrar la conducta se utilizan las siguientes estrategias:

    * Registro continuo: Recoge todas las apariciones del comportamiento durante un período concreto.

    * Registro por intervalos: Se selecciona un período específico en el que se va a observar y registrar todas las apariciones del comportamiento.
    * Registro de intervalo parcial: Sólo se registra la conducta de manera dicotómica (si aparece la conducta en un intervalo de tiempo concreto o no aparece).
    * Registro de intervalo completo: Sólo se registra la conducta si persiste durante un intervalo de tiempo completo.
    * Registro de muestreo temporal: Se puntúa una conducta como presente o ausente en intervalos de tiempo breves y temporales.
    * Muestreo temporal momentáneo: Registro dicotómico de momentos puntuales, como por ejemplo; las horas en punto.
    * Observación y registro: Se puede dar un tiempo breve para observar y el mismo para registrar las conductas.
Se utilizará el más conveniente según la conducta a observar, para ello el especialista y el docente pueden elegir la estrategia a seguir.

Si queremos cambiar una conducta inadecuada o enseñar algo nuevo, lo primero que tenemos que hacer es identificarla lo más objetivamente posible. Para ello debemos definirla en términos específicos que requieran un mínimo de interpretación, es decir, de forma clara, de modo que pueda ser observada (medida y registrada) por personas diferentes sin necesidad de hacer suposiciones y/o valoraciones subjetivas.
Podremos analizar cualquier conducta del siguiente modo:








 


Nuestra conducta depende de las consecuencias que obtengamos de ella. Utilizamos en medio para obtener consecuencias positivas, agradables y para evitar consecuencias negativas o desagradables. Repetiremos aquellas conductas que van seguidas de un premio o recompensa y no repetiremos las que no proporcionan consecuencias agradables.
En consecuencia, cualquier intento de eliminar o disminuir una conducta que simultáneamente no premie las conductas incompatibles, será un fracaso. Por ello, conocer la relación que existe entre la conducta y sus consecuencias, tipos de consecuencias y como usarlas es fundamental para garantizar una enseñanza eficaz.
Las consecuencias pueden ser positivas o negativas. Las consecuencias positivas son aquellas que aplicadas inmediatamente después de una conducta producen un aumento en la frecuencia de ésta. Pueden ser actividades, juegos y juguetes, atención, elogios sonrisas, alimentos o bebidas preferidas de cada niño. En general, cuando un niño obtiene consecuencias positivas se siente querido y aumenta la seguridad en sí mismo.
Las consecuencias negativas, son aquellas que aplicadas inmediatamente después de una conducta concreta disminuyen o eliminan la emisión de esa conducta, esas consecuencias (pérdida de atención, retirada de juguetes favoritos, entre otros) deben siempre aplicarse en primer lugar.


Procedimientos para la Adquisición o Aumento de la frecuencia de la Conducta Objetivo

Cuando tratamos de inculcar o reforzar la frecuencia de un comportamiento para no producir efectos que no deseamos, no debemos caer en el error de aplicar consecuencias gratificantes de forma arbitraria, sino sólo y tan sólo a aquellas conductas buenas adaptadas y cuya frecuencia queramos aumentar. Luego, cuando hayamos logrado que la conducta que buscábamos se dé con una frecuencia suficiente, deberemos conseguir que se siga dando, incluso en condiciones distintas a las de su adquisición. Tendremos que hacer las recompensas o premios sean lo más naturales posibles, intentando acercar la forma de administrarlas a la forma en que las recibe el niño de un modo natural.

1)   Refuerzo positivo: consiste en presentar una consecuencia positiva (recompensa o premio) inmediatamente después de la emisión de una conducta determinada, y esto aumenta la probabilidad de que dicha conducta se presente en el futuro. Se utiliza cuando queremos desarrollar una nueva habilidad, aumentar la frecuencia de una conducta. Para que este procedimiento funcione, la recompensa tiene que estar en relación con el comportamiento, ser contingente a éste (ha de ser inmediato) y siempre ha de ir acompañado de la especificación de la contingencia y de refuerzo social. Debe ser cognitiva y emocionalmente apropiado para el niño, y evitar saciar a éste con la recompensa.
2)   Refuerzo negativo: consiste en la desaparición de un objeto o hecho desagradable que antecede a la respuesta que no interesa, como consecuencia de dicha desaparición aumenta la frecuencia de la conducta deseada. La respuesta que buscamos es el medio que hace que se retire dicho objeto u hecho, es decir, desaparece como consecuencia de la conducta.
3)   Aproximaciones sucesivas: consiste en reforzar diferencialmente las respuestas cada vez más parecidas a la respuesta final deseada, la cual no figura en el repertorio de la persona.
4)   Modelado: consiste en dar al niño la oportunidad de observar en otro niño significativo para él la conducta nueva que se desea conseguir. El observador debe copiar la conducta que le presenta el modelo inmediatamente o tras un intervalo de tiempo muy breve. Este procedimiento se usa en la adquisición de nuevas conductas, eliminación de respuestas inadecuadas a través de la observación de la conducta apropiada, y como forma de suprimir miedos o fobias.
5)   Encadenamiento: consiste en recompensar a la persona tras la realización de una serie de conductas engarzadas unas con otras, formando una cadena natural de actividades.

EJEMPLO: Podemos hacer que la merienda se convierta en el último eslabón de la conducta (por lo tanto en recompensa o premio) si primero deja las cosas del colegio en su cuarto y después se pone los zapatos de descanso y se lava las manos.

Este procedimiento puede utilizarse para que adquiera nuevas habilidades (descomponiendo esa conducta en pasos, que se enseñarán mejor si empezamos por el último de la cadena) o para ensamblar las conductas se mantengan de forma natural (como procedimiento para mantener la conducta).

Procedimientos para Reducir o Eliminar la Conducta

1)     Extinción: este procedimiento debe ser aplicado a cualquier conducta mal aprendida. Consiste en, una vez identificado el reforzador, suprimirlo para que tal conducta desaparezca gradualmente, es decir, en no dar la recompensa que la mantiene. La suspensión de reforzamiento debe ser completa, no se debe administrar nunca para esa conducta. Será más efectiva cuando se preste atención positiva a otras conductas alternativas a las que se quiere eliminar.
EJEMPLO: cuando llega una visita Pedrito hace “tonterías” y sus padres le dicen “quédate quieto”, “es que no paras ni un momento”, “deja de hacer tonterías”, entre otras expresiones verbales; con estas manifestaciones le proporcionamos recompensas de atención que hacen que la conducta de “hacer tonterías” aumente. Bastará con suprimir la atención que los padres prestan a ese comportamiento, para que Alfonso reduzca de manera gradual el comportamiento indeseable.
2)     Aislamiento o tiempo fuera: es un procedimiento que puede ser de gran utilidad cuando no podemos retirar el reforzador que mantiene la conducta. Lo que se hace es sacar al niño de la situación en la que se encuentre cuando realiza la conducta que deseamos suprimir. Puede hacerse dejándole en su cuarto y llevándose de la habitación todo el material, juguetes, etc., sentando al niño a reflexionar sobre su conducta. Antes de aplicar el aislamiento conviene dar una señal o aviso para intentar que sólo la aclaración verbal tenga poder de controlar la conducta problemática que deseamos eliminar. El tiempo de aislamiento será aproximadamente de un minuto por cada año de edad, siendo útil su aplicación hasta los 15 años de edad. Si en una semana el procedimiento de aislamiento no da resultado será mejor cambiar de procedimiento.
3)     Control de estímulos: si un estímulo está presente cuando se refuerza una respuesta (y ausente cuando se refuerza) la conducta en cuestión se emite con mayor probabilidad ante dicho estímulo que en cualquier otra situación.
EJEMPLO: si un niño charla continuamente con el compañero que tiene a su lado el maestro generalmente cambia al niño de sitio.





Cambiando al niño de sitio, el maestro cambia el contexto estimular (en este caso la proximidad) en el que la charla (que se quiere evitar) tiene lugar.
4)     Castigo: consiste en quitar como consecuencia de la conducta, algo que gusta (algún reforzador disponible); se suprime lo que más le atraiga, pero no se hace uso de estimulación adversiva.
5)       Práctica positiva: este método consiste en hacer que la persona practique, durante períodos de tiempo determinados, conductas físicamente incompatibles con la conducta inapropiada. No se mejora, si no se ejecuta el comportamiento adecuado. Este procedimiento tiene efectos rápidos y de paso enseña conductas aceptables a los niños.
EJEMPLO: Pedrito entra dando un portazo: se le dice “sal, vuelve a entrar y cierra despacio la puerta”.
6)     Saciedad: con este procedimiento conseguimos suprimir una conducta basándonos en la utilización del propio reforzador que la mantiene, porque aumentando de forma considerable la administración de reforzamiento hacemos que el reforzador pierda su valor como tal.
EJEMPLO: un niño que sólo quiere comer papas fritas. Se le da sólo eso en el desayuno, almuerzo, merienda y cena. Hasta que le produzca saciedad.




7)     Economía de Fichas: un programa en el que un grupo de niños puede ganar fichas por emitir conductas deseables, y en el que las fichas pueden ser canjeadas por reforzadores de apoyo, se denomina, economía de fichas. Es un caso especial de la aplicación del refuerzo y de la extinción. En vez de utilizar los premios o reforzadores directamente, se emplean fichas que después se intercambiaran por una variedad de actividades agradables y bienes de consumo. Los privilegios utilizados como premio solo podrán obtenerse a través de fichas y, si es necesario, las conductas indeseables se eliminan empleando la técnica de la pérdida contingente de las mismas.

Ventajas:

1) Pueden administrarse inmediatamente después que se de un comportamiento deseable para ser canjeados por un reforzador de apoyo.
2)   Evita el problema de la saciación.
3) No interrumpe la conducta y enseña autocontrol (demora el reforzamiento).



Pasos iniciales:

A)  Decidir las conductas metas, las cuales vienen determinadas por: el tipo de niños con que se trabaja, por los objetivos a corto y a largo plazo que se pretenden conseguir, y por los problemas comportamentales específicos que pueden interferir con el logro de esos objetivos.
B)  Registrar la línea base, se parte de que el sujeto pueda emitir la conducta deseada.
C)  Seleccionar el tipo de ficha a utilizar, ejemplo: monedas de chocolates, sellos, caramelos, otros.
D)  Identificar la ayuda disponible, con otros niños, maestras auxiliares.
E)  Elegir el lugar o lugares para aplicarla.

Pautas para la Aplicación Eficaz del Refuerzo Positivo:

  1. Seleccionar la conducta a incrementar, por ejemplo: no pararse de la mesa, escuchar en reunión de grupo, etc.
  2. Seleccionar el reforzador: que esté disponible; permita administrarse inmediatamente después de la conducta deseada; que pueda ser utilizado sin que produzca saciedad; y que no consuma mucho tiempo administrarlo.
  3. Aplicar el refuerzo positivo.
  4. Independizar al niño del programa paulatinamente.

Tipos de reforzadores:

A)  Reforzadores de Consumo: el tipo de alimentos que le gusta comer; los tipos de bebida que le gusta consumir (leche, refrescos, jugos, otros)
B)  Reforzadores de Actividad: que le gusta hacer: pasatiempos, tareas, recoger juguetes, arreglar las sillas, manualidades, área de tacos, actividad al aire libre, deportes, jardinería, jugar, ir al parque, entre otras.
C)  Actividades pasivas: ver televisión, escuchar música, charlar, oír cuentos.
D)  Reforzadores de Manipulación: que tipo de juegos o juguetes le interesan: carros, muñecos, juguetes de cuerda, pelotas, rompecabezas, silbatos, saltar la cuerda, libros para colorear, pintar, entre otros.
E)  Reforzadores Sociales: que tipo de estimulación le gusta recibir y de parte de quien.
1.   Estimulación verbal: ¡buen chico!, ¡bien hecho!, ¡buen trabajo!, ¡muy bien!, ¡sigue así!.
2.   Contacto físico: un abrazo, un beso, cosquillas, choca cinco (palmadas), balancearse sobre las rodillas del maestro.


EJEMPLO

ECONOMÍA DE FICHAS

NIVEL: II A   Abril/Mayo, 2012

Manual de Aplicación

Conducta Meta: Compartir sin pelear

Para la aplicación de esta estrategia la definiremos como: toda acción que realice el niño o niña por el disfrute en común o simultáneo de los recursos didácticos o lúdicos, en el mismo espacio (trabajo en mesa y en las áreas), sin hacerse daño o imponer su voluntad.

Objetivos

1)   Fortalecer en los niños conductas de intercambio de materiales en la mesa de trabajo y en las áreas, con la finalidad de propiciar un ambiente de armonía y socialización en el desarrollo de sus actividades.
2)   Disminuir los siguientes tipos de comportamiento: forcejeo, hostilidad, golpes, empujones, escupir, pisar y morder, entre los niños al disputarse un objeto en el desarrollo de sus actividades.
3)   Evaluar los resultados esperando mejorar la conducta de compartir sin pelear en el salón.

Registrar la línea base de la conducta meta

Realizar un día de observación de todo el curso en sus actividades diarias: en su trabajo en mesa, en las áreas; así como, los niños que más frecuentemente manifiestan la conducta, y los que no la presentan.

Selección de la ficha más apropiada

Se propone la elaboración de una estrella realizada con material resistente (puede ser en foami), una por cada niño, la cual se colocará al puntualizar sus ejecuciones semanales. El registro diario se hará por una marca (una equis (X), un visto bueno (√), una línea (|), cuando el niño realice la conducta meta. Se realizarán un máximo de cinco (5) conductas diarias en total para cada niño.

Reforzador diario

Será de aplicación inmediata y pueden alternarse entre los de estimulación verbal: buen chico, bien hecho, buen trabajo, muy bien, sigue así. O de estimulación de contacto físico: un abrazo, un beso, cosquillas, choca cinco, entre otros.

Premio Final

Se otorgará al finalizar el proceso (al final del mes) y se le puede brindar a los ganadores: lápices, caja de plastilina, gomas de borrar, chicles, chocolates, sacapuntas, cartillas para colorear, entre otros.

Personal a cargo del proceso

El proceso será iniciado por la Psicólogo, conjuntamente con las docentes. Posteriormente, las maestras continuarán y la especialista chequeará el proceso semanalmente.

Procedimiento – Hoja de Registro

La hoja de registro se puede elaborar en papel bond, se colocará en un lugar visible para los niños, y se especificarán los siguientes renglones:

Jornada
Lunes
Martes
Miércoles
Jueves
Viernes
TOTAL
Nombre
Apellido
Act. Mesa
Áreas
Act. Mesa
Áreas
Act. Mesa
Áreas
Act. Mesa
Áreas
Act. Mesa
Áreas
































Se realizará una medición diaria de la conducta de compartir sin pelear, en las actividades de mesa (creyones, lápices, sacapuntas, pegamento, y cualquier material didáctico) y en las áreas (juguetes, material lúdico).
Registrar sólo cuando el niño comparta sin ningún tipo de novedad; no se deben registrar aquellas situaciones donde exista el forcejeo. Hay que aclarar que no todos ganarán puntos ese día. Al finalizar la semana, se colocará la ficha premio a los ganadores, y la semana siguiente se utilizará otra hoja de registro. En un cuaderno, se anotarán los niños que ganaron por semana.

Evaluación de los Resultados

Las docentes, conjuntamente con la especialista realizarán una evaluación de resultados, y precisar el alcance de los objetivos.
El resultado final, fue que el grupo en general mejoró su comportamiento en cuanto a la conducta meta, “compartir sin pelear”, sobre todo en la niña que presentaba mayor problemática en la interacción con el resto de sus compañeros. Se logró el objetivo.


Fuente consultada



Martín, G. y Pear, J. (1999): Modificación de Conducta. Qué es y cómo aplicarla. Prentice Hall. Quinta edición. Madrid.